Parece que Elon Musk está tratando de dar un empujón a Donald Trump para recuperar la ventaja en su carrera, organizando una entrevista en X, después de que Trump enfrentara semanas difíciles contra su rival Harris.
El magnate Elon Musk, la persona más rica del mundo, y el ex presidente estadounidense Donald Trump coincidieron en casi todos los temas durante la entrevista transmitida en vivo en la red social X la noche del 12 de agosto. «Creo que estamos en una encrucijada y necesitamos tomar el camino correcto. Usted es ese camino. Usted es la vía hacia la prosperidad, mientras que la vicepresidenta Kamala Harris representa lo contrario», afirmó Musk.
Esta entrevista marca un nuevo capítulo en la impredecible carrera hacia la Casa Blanca, que ha estado llena de giros sorprendentes en las últimas semanas, como el intento de asesinato fallido contra Trump en Pensilvania y la inesperada decisión del presidente Joe Biden de retirarse de la contienda, cediendo el relevo a su vicepresidenta Harris.
Encuestas recientes indican que Kamala Harris no solo ha acortado distancias con Trump en términos de apoyo a nivel nacional, sino que también ha tomado la delantera en estados clave, conocidos como campos de batalla.
Los asesores de Trump han admitido que están buscando la mejor manera de contrarrestar a su nuevo oponente. Trump, por su parte, ha experimentado con una serie de ataques en sus discursos de campaña y entrevistas. Sin embargo, al no obtener los resultados esperados, crecen las voces entre sus aliados que insisten en la necesidad de que Trump reorganice su estrategia de campaña si no quiere sufrir una derrota.
Este panorama ha llevado a Trump a necesitar urgentemente un impulso mediático que capte nuevamente la atención de los medios y del público estadounidense. La entrevista propuesta por Musk se ha visto como esa herramienta crucial para lograrlo.
A pesar de algunos problemas técnicos debido a un «ataque cibernético» que retrasó la entrevista más de 40 minutos, el evento logró atraer a más de un millón de espectadores simultáneos. Musk predijo que al menos 100 millones de personas verán los contenidos de esta entrevista en los próximos días.
Trump elogió a Musk por la cantidad de oyentes en la entrevista. «Espero que no te hayas puesto nervioso con tanta gente escuchando. Creo que debemos tener entre 60 y 70 millones de personas,» afirmó Trump, aunque las métricas de X en ese momento mostraban que había más de 1,3 millones de oyentes.
La entrevista parece ser un intento de Musk para ayudar a Trump a frenar el creciente apoyo hacia Harris, utilizando su propia influencia y la plataforma X con la esperanza de orientar a Trump hacia argumentos más sólidos y efectivos contra su rival.
Sin embargo, lo que predominó durante las más de dos horas de conversación fueron los ataques a Harris y Biden, junto con los elogios mutuos entre los dos magnates.
«Ella es una extremista de izquierda», declaró Trump. El ex presidente también sugirió que el presidente Biden ha sido apartado por el Partido Demócrata para ceder el lugar a su vicepresidenta Harris, aunque no presentó pruebas de ello. «Ella no ha dado una sola entrevista desde que comenzó este fraude. No importa cómo lo veas, esto sigue siendo un golpe de estado contra un presidente estadounidense».
Elon Musk estuvo de acuerdo en que Harris es una extremista de izquierda, y ensalzó a Trump al insinuar que el candidato republicano es fuerte, mientras que su oponente es débil.
La conversación entre un ex presidente y el hombre más rico del mundo también dejó entrever los beneficios que ambos podrían obtener tras este evento.
Elon Musk impresionó al candidato presidencial republicano, compartiendo sus puntos de vista sobre inmigración, economía, regulación gubernamental y recortes de impuestos. Las empresas de Musk, incluidas SpaceX y Tesla, podrían verse afectadas por cambios en las políticas de Estados Unidos. Ningún ciudadano estadounidense común tiene la oportunidad de dialogar directamente con un posible presidente de esta manera.
Musk incluso sugirió la posibilidad de asumir un cargo en la administración Trump, posiblemente en un comité dedicado a «revisar cuestiones de gasto y la contabilidad del dinero de los contribuyentes». En respuesta, Trump comentó que le «encantaría» que Musk formara parte de su gobierno, subrayando que el magnate es un «gran recortador», refiriéndose a las medidas de reducción de costos que Musk ha implementado en sus empresas.
Trump también sacó provecho de las más de dos horas de diálogo con Musk. Elon Musk prácticamente no cuestionó ninguna de las afirmaciones del ex presidente estadounidense, incluso aquellas que eran polémicas y carecían de verificación, como la idea de que 60 millones de inmigrantes indocumentados podrían ingresar a Estados Unidos si él pierde en las elecciones de este año.
La entrevista le permitió a Trump articular algunos puntos clave de su posible segundo mandato, alejándose un poco de los ataques personales hacia Harris. Tanto él como Musk coincidieron en que las políticas de gasto implementadas por el actual Presidente y la Vicepresidenta han exacerbado la crisis inflacionaria, afectando a millones de estadounidenses.
Sin embargo, las declaraciones evasivas, carentes de datos y llenas de teorías conspirativas que Trump lanzó durante la entrevista también podrían alejar a votantes clave, especialmente mujeres y habitantes de suburbios en estados decisivos.
«Si ella llega a ser presidenta, muy pronto todos perderemos nuestro país», advirtió Trump refiriéndose a Harris, aunque no ofreció ninguna evidencia que respaldara su afirmación. Este comentario se asemeja mucho a sus advertencias anteriores sobre cómo «Estados Unidos sería destruido» bajo el mandato de Biden.
Stephen Collinson, comentarista de CNN, opinó que esta entrevista es un claro ejemplo de cómo las redes sociales han transformado drásticamente la política estadounidense, especialmente en un entorno donde la prensa tradicional se encuentra cada vez más fragmentada.
Los miembros del Partido Republicano han criticado a la prensa estadounidense por concentrarse demasiado en Harris y «olvidar» a Trump. Este descontento parece haber impulsado al ex presidente a buscar a Musk, quien recientemente adquirió Twitter, rebautizándola como X, y restauró la cuenta de Trump.
Es posible que Donald Trump no hubiera llegado a ser presidente sin Twitter, ya que su ascenso político coincidió con la época dorada de la plataforma. Su habilidad para aprovechar nuevas plataformas le sigue otorgando ventajas significativas frente a sus adversarios.
«Muchos de los seguidores de Trump seguirán viendo o escuchando extractos de la entrevista en los próximos días. Sin duda, estarán de acuerdo con la mayoría de las ideas del ex presidente, lo que demuestra que Trump sigue siendo una figura política poderosa y carismática, incluso después de que Harris haya alterado significativamente el panorama electoral», escribió Collinson.