El presidente del Instituto de Investigación Económica Ifo, Clemens Fuest, advirtió que la economía alemana «se está sumergiendo en una crisis profunda» debido a la caída en la producción y al creciente pesimismo entre las empresas.
El 26 de agosto, el Instituto Ifo de Alemania reveló que su índice de clima empresarial para agosto alcanzó los 86,6 puntos, una ligera disminución en comparación con el mes anterior. Este es el tercer mes consecutivo en el que el índice ha disminuido, lo que ha debilitado las expectativas de una recuperación en la economía más grande de Europa.
«La economía alemana está cada vez más atrapada en una crisis», afirmó Clemens Fuest, presidente del Ifo.
La encuesta mensual de Ifo, realizada entre aproximadamente 9.000 líderes empresariales, no solo mostró una caída en el clima empresarial, sino también en la evaluación de la situación actual y en las perspectivas futuras, indicando un fuerte pesimismo entre las empresas.
«Alemania se encuentra en un estado de alta inflación acompañada de un crecimiento lento», comentó Klaus Wohlrabe, economista de Ifo. Todos los sectores, desde la producción hasta los servicios, están experimentando una falta de pedidos, una inversión débil y un consumidor reacio a gastar debido al temor a la inflación.
Wohlrabe anticipa que el PIB de Alemania en el tercer trimestre podría disminuir aún más. En el trimestre anterior, la economía más grande de Europa solo creció un modesto 0,1%. La inflación en julio se aceleró al 2,3%.
«Actualmente, no hay muchos motivos para el optimismo», señaló Elmar Voelker, economista del banco LBBW. Destacó una serie de desafíos, desde la inestabilidad económica global, riesgos geopolíticos, hasta las elecciones presidenciales en Estados Unidos en noviembre. Estos factores dificultan que las empresas esperen una mejora en el panorama macroeconómico este año.
Thomas Gitzel, economista jefe de VP Bank, también observa que la recuperación económica «no está ocurriendo en este momento». «La economía alemana sigue atrapada entre la recesión y un crecimiento insignificante», afirmó.
La encuesta de Ifo arrojó resultados similares al índice de gerentes de compras (PMI) de agosto. Según este índice, la actividad manufacturera de Alemania se contrajo por segundo mes consecutivo, con una caída mayor a la esperada, alcanzando los 42,1 puntos. Un PMI por debajo de 50 indica una contracción en la producción.
Los datos recientes sugieren que la economía alemana probablemente experimente un crecimiento débil en el tercer trimestre. La semana pasada, el Bundesbank, el Banco Central de Alemania, aseguró que el país no está en recesión, aunque las perspectivas siguen siendo sombrías.
El año pasado, Alemania fue la economía grande con peor desempeño a nivel mundial, registrando una contracción del 0,3% en su PIB en medio de una inflación persistente, altos precios de la energía y una demanda externa débil. Esta fue la primera vez desde la pandemia de COVID-19 que el país experimentó un crecimiento negativo.