La obsesión por capturar el movimiento de los caballos a una velocidad que el ojo humano no podía seguir llevó a un pionero de la fotografía a desarrollar una técnica innovadora que cambiaría la historia de la imagen en movimiento.
La pintura ecuestre alcanzó su cúspide en el siglo XIX, cuando las carreras de caballos se convirtieron en un deporte popular. Sin embargo, a pesar de los esfuerzos por recrear las escenas de carreras, muchos pintores se dieron cuenta de que no comprendían completamente cómo se movían los caballos, especialmente a alta velocidad. La rapidez con la que los caballos se desplazaban hacía que sus movimientos fueran imperceptibles para el ojo humano, y las representaciones artísticas a menudo se basaban en la imaginación. Esta situación cambió drásticamente a finales del siglo XIX, según Amusing Planet.
En 1872, el industrial Leland Stanford, fundador de la Universidad de Stanford, contrató al fotógrafo angloamericano Eadweard Muybridge para capturar a Occident, su caballo favorito, en plena carrera. En aquella época, la fotografía era un proceso lento, con exposiciones que debían durar varios segundos para obtener una imagen, lo que significaba que el sujeto debía permanecer inmóvil durante todo el tiempo de exposición. Cualquier cosa en movimiento se convertía en un borrón.
Inicialmente, Muybridge pensó que sería imposible obtener una buena fotografía de un caballo en movimiento. Sin embargo, después de experimentar con diferentes equipos y químicos, logró resultados muy satisfactorios. A pesar de estos avances, Muybridge tuvo que suspender sus experimentos durante dos años debido a una acusación relacionada con la muerte de la amante de su esposa.
Muybridge regresó a trabajar para Stanford en 1876, continuando con la mejora y perfección del proceso fotográfico. No pasó mucho tiempo antes de que lograra capturar con éxito una imagen de Occident en plena carrera, con las cuatro patas del caballo en el aire. Stanford estaba encantado y persuadió a Muybridge para usar varias cámaras y crear una serie de fotos que capturaran toda la fase de carrera del caballo. En esta ocasión, Muybridge fue solicitado para fotografiar a otro caballo de Stanford llamado Sallie Gardner.
Capturar la acción de un caballo galopando no era tarea fácil. Muybridge necesitaba tomar muchas fotos en un corto período de tiempo, con exposiciones que no duraran más de unos pocos milésimas de segundo. Para lograr esta hazaña, Muybridge utilizó 12 cámaras modernas que él mismo diseñó, alineadas en fila como cañones a lo largo de la pista del caballo. El obturador de cada cámara era controlado por un cable que cruzaba la pista y se activaba con las patas del caballo. Cuando el caballo pasaba por el cable, el sonido de los obturadores de las cámaras se sucedía en una ráfaga que sonaba como una ametralladora.
El breve metraje de Muybridge capturó por primera vez detalles fugaces que el ojo humano no podía seguir a gran velocidad, como la posición de las patas y el ángulo de la cola. El logro innovador de Muybridge ayudó a confirmar que cuando un caballo está completamente en el aire, sus patas se repliegan bajo su cuerpo en lugar de extenderse hacia adelante y hacia atrás. También preparó un breve clip utilizando 12 fotografías estáticas que tomó con un dispositivo llamado zoöpraxiscope, el precursor del proyector de películas. Este clip de 2 segundos, titulado Sallie Gardner at a Gallop, se considera la primera película en movimiento del mundo.
Los logros de Muybridge fueron ampliamente presentados a nivel mundial. Mientras Muybridge parecía captar toda la atención, Stanford intentó desacreditarlo. Posteriormente, la Royal Society of Arts, que anteriormente había ofrecido financiar la investigación de Muybridge sobre la fotografía del movimiento animal, dejó de proporcionarle fondos. Finalmente, Muybridge demandó a Stanford, pero la demanda fue desestimada por el tribunal.
Muybridge comenzó a buscar financiamiento en otros lugares y recibió el apoyo de la Universidad de Pennsylvania. Con el patrocinio de la universidad, Muybridge creó decenas de miles de fotografías de personas y animales en movimiento. Estas fotografías se publicaron en un extenso catálogo, con 780 placas y 20,000 imágenes. La investigación de Muybridge contribuyó de manera significativa al desarrollo de la biomecánica.